- Zoilo, me voy unos días a vacacionar, si llega a pasar algo en mi estancia, no dudes en llamarme a mi celular internacional.
- Vaya tranquilo don, -respondió Zoilo- tiene que ser algo muy grave para que yo lo tenga que estar molestando.
Finalmente el magnate se va, y a la semana le suena el celular.
- Patrón?, le habla Zoilo –se escuchó.
- Si? Qué sucedió? -respondió alarmado el patrón.
- Nada importante, pero igual se lo quería avisar: se le murió el lorito.
- Qué lorito? si yo no tengo un lorito!
- Ah, no? No era un lorito ese pájaro de muchos colores que siempre estaba en su oficina?
- Ese no es un lorito, hombre! es un papagayo en extinción importado desde la selva africana que me salió nada menos que veinte mil euros!
- Bueno, entonces ese es el que se murió.
- Cómo que se murió mi papagayo en extinción? Qué le pasó?
- Estaba comiendo carne en mal estado, carne podrida y se ve que le hizo mal y le reventó el hígado, jefe.
- Cómo "carne podrida"? Si te he dejado la comida balanceada que traje desde Europa especialmente para el papagayo! Cómo es que comió carne podrida?
- Debe ser la carne de los caballos muertos, el lorito se puso a picotear y le hizo mal.
- Qué caballos muertos?! Mis caballos de polo?! Mis caballos valuados en miles de dólares? Cómo es que mis caballos de alta competición están muertos?
- Es que los puse a sacar agua del molino, y se ve que de tanto dar vueltas, les dio un paro cardíaco y los pobres caballos murieron del corazón.
- Pusiste mis caballos de polo a sacar agua del molino? estás loco hombre? y para que querías sacar agua del molino si en la estancia hay agua corriente?
- Y cómo quería que apagara semejante incendio con agua corriente?
- Qué incendio? Qué incendio? qué es lo que se incendió?
- La estancia, Jefe. Se incendió completita.
- Pero cómo? cómo es que se incendió mi estancia?
- Usted sabe...una vela agarra una cortina, una cortina alcanza los sillones, los muebles y en menos de cinco minutos todo está bajo fuego.
- Qué vela? Cómo que encendiste una vela si tenemos luz eléctrica?
- Y a usted le parece que queda bien hacer un funeral con luz eléctrica?
- Qué funeral? De qué funeral me estás hablando?
- El de su esposa. Resulta que no me avisó que iba a salir, y como volvió tarde, la desconocí en la oscuridad, saqué mi rifle y tiré a matar. Le pegué tres tiros y no sufrió nada porque se ve que murió al instante.
- Usted está loco! mató a mi mujer! Está completamente demente!
- Bueno, bueno…si sabía que iba a hacer tanto escándalo por un simple lorito, ni siquiera lo llamaba!!"...
...Esta historia es muy cómica pero ejemplifica como ninguna la superficialidad que tienen algunos de ver la vida... En el caso de este diálogo desopilante, vaya uno a saber por qué razón el encargado de la estancia consideró que lo único importante que debía comunicarle a su jefe era la muerte del lorito, mientras que todo lo demás era un tema menor que no merecía ni siquiera mencionarlo...
A lo largo de estos años y luego de escuchar a varios predicadores, me causa la misma sensación que sentí cuando leí por primera vez esta historia... una mezcla de risa con la desazón de no poder dejar de pensar en las víctimas... En el caso de la historia el gran perjudicado es el hacendado (descontando a su esposa y todos sus bienes materiales) en el caso de la vida real, la gente que escucha los sermones de quienes solo navegan en la superficialidad del Reino...
Cuando los líderes no tienen una revelación constante, concienzuda y constante corren el riesgo de decirle a la gente que lo único malo es que no prosperen, que no se compren el auto nuevo, que no se sanen de la enfermedad o que no consigan un buen empleo... tambiénlo podemos aplicar en las relaciones de pareja, cuando el esposo o la esposano cuenta toooda la historia a su conyuge... relaciones laborales, amistades... en fin... en otras palabras... en vez de presentarles el cuadro entero y hablarles todo el consejo de Dios, o de la situación en si, apenas les dicen que “se les murió el lorito”...
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