miércoles, 8 de septiembre de 2010

A quemar el corán este 11 de septiembre ...


El 30 de Septiembre del 2005 el diario danés 'Jyllands Postem', uno de los más vendidos del país, publica una serie de 12 caricaturas de Mahoma desatando una ola de protestas y repudio mundial. Posteriormente un periódico noruego, el 'Magazinet', publicación de ideología cercana al fundamentalismo cristiano, reproduce los dibujos en solidaridad con el 'Jyllands Postem'. Se recrudecen las protestas musulmanas y los llamamientos al boicot de productos de Noruega y Dinamarca.

Los resultados de esta acción fueron cientos de muertos, tomas de embajadas y protestas en las principales capitales del mundo.

Ahora el pastor Jones de la iglesia Dove World Outreach en Florida EEUU ha declarado el 11 de Septiembre como el día para quemar copias del Corán.

Sin duda esta acción dogmática puede traer consecuencias impredecibles, haciéndonos creer que hay una lucha entre el cristianismo y el islam cuando nosotros sabemos el el Reino de Dios está por sobre todas las cosas.

Este pastor ha declarado: no es ni un acto de amor ni un acto de odio sino una advertencia sobre la amenaza que representa Islam”.

Frente a esto no dejo de pensar en mis hermanos que están desplegados en la ventana 10-40. Llevando el evangelio en condiciones extremas. La acción -según mi opinión- irresponsable de este pastor pone en riesgo muchas vidas de manera innecesaria.

A no ser que la Iglesia del Señor se levante en poder y autoridad el islam seguirá creciendo y su poder de influencia también. ESO ES RESPONSABILIDAD NUESTRA.

Poner freno al Islam no se logrará con bombas, ni con la quema de sus libros sagrados ni con caricaturas. El freno de toda desviación de la fé se produce cuando la Iglesia se levanta en amor, en servicio, en perdón y santidad.

Para terminar, no dejo de tener preocupación por las consecuencias que puede tener esto si este pastor sigue adelante con su iniciativa.

Por último: Tantas cosas que se hacen en el nombre de Dios y están tan alejadas de su corazón.

Es tiempo de orar y pensar.

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