sábado, 19 de marzo de 2011

Cuan egoista podemos llegar a ser en el dolor...

      En el culto del día miércoles escuchaba a mi esposo predicar sobre el clamor... fue una palabra con mucho respaldo de Dios, que apenas la pusimos en práctica, el Espíritu Santo comenzó a obrar...

      Pero es a otro punto al que quiero llegar... en un momento de la predicación, el recordó el episodio que vivimos con la segunda de nuestars hijas... con Sarita... y me dí cuenta que nunca había escuchado su perspectiva de esta experiencia... en esa oportunidad y durante todos estos años, el sólo se había preocupado de escucharme y vivir en ese minuto mi pena y el recuerdo de mi experiencia durante este tiempo... y escucharlo después de diez años... DIEZ AÑOS...me di cuenta lo egoista que fui con mi pena y mi dolor... el también sufrió y creo que mas que yo... porque al decir que se sentía impotente al verme con  mis brazos vacios y mis pechos llenos de leche sin poder alimentar a mi bebé mientras hacían todo por resucitarla en una mesa de operaciones, de que hacer para consolar mi pena...ufff... vi la nostalgia en sus ojitos... me di cuenta, una vez mas, del tremendo hombre y noble que es, al preocuparse de mi antes que de el mismo y de lo que yo podia sentir... durante todos estos años solo se preocupó de cumplir mi sueño como madre, por ese episodio, por el dolor que viví en esa oportunidad... y este fue el minuto de saber la verdad de su historia y de su dolor ...

       Admiro a ese hombre... mas que nunca... su trato hacia mi es... después de catorce años, como el de un jovencito que desea conquistar a su doncella y ser un perfecto caballero... pero el que pospusiera su dolor para ocuparse del mio y además por todos estos años, fue increible...

      Soy demasiado regalona, y ahora ya se quien es el culpable...

1 comentario:

scarlitta dijo...

hayyy catita ni sabes como te entiendo y creo haber hasta podido percibir lo mismo ese dia... ufff q hartas emociones para una semana... un besote y un abrazo al papurri
scar